Santo Domingo. - La ministra de Cultura, Milagros Germán, expresó este domingo su pesar por el fallecimiento del artista visual Luis Felipe Félix Gontier (Coco), cuyo deceso se produjo este sábado, a la edad de 82 años.
Maestro de la serigrafía, Félix Gontier desarrolló una actividad artística que se prolongó durante más de seis décadas, en la que se convirtió en un referente de las artes visuales. Fue co-fundador del Grupo Proyecta y de Serigrafía Artística.
La titular de la cartera cultural expresó que, con la muerte de Félix Gontier, se pierde no solo uno de los más importantes artistas del grabado de nuestro país, sino también un hombre inclinado por la defensa de los mejores intereses de la nación.
Nacido en Burdeos, Francia, lugar en donde su abuelo, Narciso Félix, fue cónsul dominicano, Félix Gontier estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde fue merecedor del Primer Premio de Pintura en 1963.
Luego viajaría a España para continuar su formación en la Academia de San Fernando, Madrid, ciudad donde realizó su primera exposición individual, en el Instituto de Cultura Hispánica. Al año siguiente interrumpió su estadía en ese país para regresar a su patria a unirse al bando constitucionalista en la guerra de abril de 1965.
Luego de su reencuentro con Alfredo Cordero, artista y amigo de infancia, en 1967 decidieron fundar Serigrafía Artística, un taller en el que trabajaron obras de Ramón Oviedo, Ada Balcácer, Teté Marella, Alberto Lestrand, Jorge Severino, Cándido Bidó, Guillo Pérez, Alberto Ulloa, Dionisio Blanco o Iván Tovar.
Félix Gontier ganó el Tercer Premio de Pintura del concurso E. León Jimenes en 1966 y fue un miembro fundador del Grupo Proyecta. Entre otros lugares, sus obras se encuentran en colecciones privadas y en el Museo de Arte Moderno de Madrid.
La crítica ha defendido la obra de Coco, valorando su enfoque artístico, el cual evolucionó a lo largo de los años, “explorando diversas técnicas y temáticas, pero siempre manteniendo su sello distintivo”, como escribió su amigo Raúl Pérez Peña (“Bacho”).