Cuando la violencia está arraigada supera los prejuicios del racismo. La paliza el pasado 7 de enero al joven Tyre Nichols por una patrulla policial en Memphis, Tennessee, Estados Unidos, quien falleció tres días después, reafirma esa tragedia estadounidense.
Y el drama es peor cuando se verifica que de los seis agentes policiales que cometieron este horrendo crimen cinco son afroamericanos, igual que la víctima.
Negros matando negros brutalmente, justo en Memphis, un escenario histórico en la lucha racial de los Estados Unidos.
Nos deja claro, además, que la violencia no es vía para el orden duradero y la paz.
Allí enfrentamos una realidad, la violencia parece haber superado los prejuicios racistas.