Nada ha seguido igual con el COVID-19 y por tanto nada puede ser manejado de la misma manera.
Así como lo único cierto en la pandemia ha sido la incertidumbre. Asimismo, es cierto que todo está llamado a cambiar.
Son preocupantes las alzas en los precios internacionales, lo que, sin duda, repercute negativamente en la República Dominicana.
En nuestra realidad económica y social todo es tocado por esa realidad.
El Gobierno ha estado procurando aminorar esos efectos, absolviendo parte de los costos y persuadiendo a los sectores de no transferir toda la carga a los consumidores.
Los déficits son pagados por la población, tarde o temprano.
Y lo único que podemos hacer es revisar todo y hacer lo conveniente.