La República Dominicana debe apostar con optimismo este año 2023. Tiene muchas buenas razones para sustentar esa postura.
Es una economía creciendo en momentos difíciles, con estabilidad macroeconómica, política y social.
Eso incluye estabilidad monetaria y cambiaria. Y con confianza en el campo internacional.
Y en las perspectivas de las nuevas elecciones con garantía de que el proceso transcurrirá de forma normal.
Eso significa que aún podemos postergar reformas necesarias que no se- rán abordadas por la coyuntura electoral.
Sin embargo, tenemos riesgos externos de los que no tenemos control a los que debemos prestar atención. Creemos que sería sabio ser cautelosos.
Eso nos ayuda a ser precavidos.