Sólo el deporte es capaz de paralizar un país para con el efecto del triunfo hacer explotar de alegría. Y sólo esa actividad nos coloca en la mente del colectivo mundial.
Marileidy Paulino lo ha hecho este viernes en los Juegos Olímpicos en París 2024, en Francia.
Nos puso a todos estar en atención con los dedos cruzados, aun sabiendo de sus enormes posibilidades.
Pero al final también nos liberó con la alegría de la victoria en los 400 metros planos, ganando.
El Oro para la República Dominicana y para establecer la nueva marca olímpica de un 48.17.
Su medalla de oro es de esperanza. Ella, que viene desde el centro de la tierra al lugar más elevado del mundo deportivo, nos enseña a todos el valor del deporte y a la vez nos muestra lo tanto que está alejado de nuestras prioridades como país.
Es un oro para reflexionar. Para identificar sin vacilaciones el efecto multiplicador y transversal del deporte.
Ella nos lo deja sobre la mesa con entrega y humildad, al igual que nuestros otros medallistas.
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