Las expectativas son altas en el propósito de encontrar una salida para iniciar un proceso de búsqueda de solución a la crisis de Haití.
Sobre todo, después que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho su pedido público a la ONU en su asamblea general para que se agilice una intervención en Haití.
Sin embargo, hay obstáculos previsibles que pueden complicar un consenso en el Consejo de Seguridad, aunque las causas de ellos pudieran ser ajenas a los haitianos y a los dominicanos.
En un mundo fragmentado, como en el que vivimos, las naciones con que Estados Unidos está enfrentada pueden aprovechar esas circunstancias para dificultarlo.
Así se mueven los intereses de la política y la geopolítica.
Ahora nos tocará observar el ritmo de este proceso, que ojalá pueda darse para pacificar a Haití y procurar una línea de buena vecindad.