Todo el que camina por nuestras ciudades y barrios, autopistas y carreteras tiene que llegar a una lamentable conclusión y es que el país está sucio y con cosas mal puestas por donde quiera.
Eso es así, pese a que nuestros gobiernos tienen una vocación inquebrantable por las construcciones materiales.
Esa inclinación se puede atribuir al central como a los municipales.
Sin embargo, nadie parece apreciar la limpieza como una gran obra.
En cambio, creemos que esta es justamente la gran obra pendiente y de efectos múltiples.
Hemos insistido en que ella reditúa la conducta social.
Es útil contra la violencia y la promoción del orden y empodera a la sociedad.
Ojalá alguien la reivindique en esta campaña.
Cargando ...