El Ministerio de Educación está a la puerta de sentar un precedente en el país, que debe ser asumido por los principales actores del sector, como un gran paso de avance en el sistema escolar y la función pública.
De nuestro pasado reciente no contamos con registro, de que desde el Estado, se reconoce la capacidad y profesionalidad como únicas condiciones para colocar a una persona en un puesto porque en el país la costumbre es que la política ha primado en todo.
Ahora se persigue premiar el esfuerzo individual, la entrega.
De ahí que saludamos la iniciativa de convocar a docentes, con actitudes y visión de futuro, a participar en un proceso competitivo de selección de ternas para optar por una de las 18 vacantes a directores regionales y otros 122 puestos en distritos escolares.
Sin duda, que la iniciativa puesta en marcha por el ministro Andrés Navarro constituye un salto en firme hacia el objetivo de ir transformando el modelo educativo, proceso del que no debe apartarse la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), entidad que además de defender de sus miembros, tiene la misión de apostar a la eficiencia y formación permanente de cada uno de ellos.
Hace varios años el país abrazó el 4%, y con esto, se trazó la meta de mejorar la calidad en la enseñanza. Cada educador es pieza clave para lograr ese objetivo y no deben sustraerse de participar de cualquier propuesta que tenga ese fin.
El momento presenta una magnífica oportunidad para que al sector magisterial de un espaldarazo al nuevo modelo presentando sus credenciales antes del 31 de enero.
La educación no sólo se imparte en las aulas, una forma de educar es actuar con ejemplo.
Propicio es que el Ministerio de Educación y la ADP transmitan el mensaje de que el esfuerzo tiene un gran valor, y que profesionalmente, se premia.
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