La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) vuelve a enviar una imagen que contradice su misión como ente formador, y su visión, ante la responsabilidad asumida con la sociedad.
Ahora son los maestros, que a través de la Federación de Asociaciones de Profesores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Faprouasd), paralizan la docencia para exigir el pago de un completivo (10 %), del aumento de sueldo (25 %), acordado con las autoridades académicas el pasado año.
Nadie puede regatear a los educadores el derecho que tienen a reclamar y demandar mejores condiciones, pero ya no pueden hacerlo sobre la base de ese odioso método.
Ese modelo de los “paros” está agotado en la UASD, tanto así, que hoy ese tipo de acción se pende como la espada de Damocles contra la propia academia.
Están desnudando nuestra Alma Máter, la dejan sin argumentos para futuras defensas.
¿Cómo puede hoy la academia pedirle a la sociedad que le acompañe en su lucha por lograr un mejor presupuesto, mantener su fuero y hasta su propia autonomía? Imposible encontrar apoyo.
Es comprensible la irritación de los maestros ante la violación de un acuerdo. Sin embargo, ese el argumento se desvanece cuando se priva a más de 185 mil estudiantes de recibir docencia, impidiendo el inicio del primer semestre del año.
Ahí no hay argumentos que valgan.
Otra vez.. en la UASD la soga rompe por lo más débil.