Desde muchos ángulos y en distintos momentos se ha denunciado la vinculación de sectores militares responsables del cuidado de la frontera con el tráfico de ciudadanos haitianos hacia la República Dominicana.
La cantidad es tanta que se hace demasiado evidente.
Que crucen la línea fronteriza y que logren superar los múltiples chequeos militares colocados a lo largo de las carreteras lo confirma.
Esta red liderada por oficiales y miembros de los cuerpos armados en Copey, en las proximidades de la frontera en la Línea Noroeste, es un paso muy importante en el propósito de eliminar el tráfico de personas y que nos deja tan mal parados.
Es un asunto vergonzoso, y es como dejar al gato cuidando la carne.