En los dos últimos años la República Dominicana ha tenido una recuperación podría decirse que sorprendente.
Y lo es si tomamos en cuenta que se trata de una economía pequeña, la que ha tenido que enfrentar los mismos desafíos de las naciones desarrolladas.
Sin embargo, el mundo está y vivirá por algún tiempo, aún indeterminado, los efectos que nos deja la pandemia del COVID-19.
Y siendo así, el 2022 es un año interesante, pero a su vez delicado.
Lo será para el Gobierno, para las empresas y para las personas.
Debemos tener claridad en saber asimilar lo que ha venido ocurriendo para retornar a una nueva normalidad en que las cosas no siempre regresan con las mismas bondades.
Actuemos con cuidado.