La otra limpieza necesaria es la superación de los excesos burocráticos que obstaculizan severamente la dinámica institucional, los servicios y la economía de la República Dominicana.
Cada burócrata parece tener licencia para introducir cuantas complicaciones se les ocurre. Eso, a pesar de que el propio Gobierno enarbola la política de burocracia cero.
Hay, sin dudas, serias dificultades de cohesión en los propósitos del Estado y de las políticas públicas que se aplican en cada período.
Vivimos duplicando procesos y con eso desconocemos las decisiones de otras instancias para poder tener un país que fluya y ordenado.
Pudiéramos decir que el país requeriría de un Master Plan para darnos certeza.