Nos caracterizamos por postergar nuestras cosas más importantes.
Así nos pasamos discutiendo décadas y cuando venimos a reformar estamos retrasados.
La otra característica es que en la recta final apuramos el paso y no lo hacemos bien.
Incluso, se dice que los dominicanos siempre tenemos tiempo para hacer las cosas dos veces, pero nunca para hacerlas bien.
Faltan menos de tres años para las elecciones del 2024. Que no es mucho, si pensamos que ya agotamos un año del actual período.
La Junta Central Electoral (JCE) ha presentado unas motivaciones para reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos y deberíamos verlas ahora para no llegar a la recta final sin decisiones consensuadas y terminar traumatizados.