La exaltación de David Ortiz al Salón de la Fama de Cooperstown lo eleva a la más alta eternidad del deporte.
Y más allá de su alegría y la de su familia, él ensancha la presencia de la República Dominicana en ese altar sagrado del béisbol profesional.
Con Juan Marichal, Pedro Martínez, Vladimir Guerrero y David Ortiz allí colocamos a cuatro figuras legendarias de una disciplina tan propia de nuestra cultura deportiva nacional.
Los dos primeros lanzadores excepcionales y los otros dos toleteros indiscutibles.
Tenemos, además, una lista considerable de peloteros con valores consagrados y otros trillando el camino con potencial de seguir ampliando nuestra presencia en ese altar sagrado.
Gracias a David Ortiz.