El Presidente Luís Abinader ha venido enfrentando una situación adversa para conducir a la República Dominicana en su proceso de recuperación económica, sanitaria y social.
Conducir al Gobierno en un sendero cierto ha sido una tarea difícil, pero lo ha hecho con evidentes empeños y fluidez.
A los problemas propios generados a consecuencias de la pandemia del COVID-19 se han agregado las complicaciones del conflicto en torno a Rusia y Ucrania.
Y, sobre todo, porque este asunto produce inflación e incertidumbre que no están en nuestras manos resolver.
El mandatario ha anunciado nuevas medidas temporales para tratar de aminorar los efectos inflacionarios, en especial sobre los sectores más vulnerables, que generan los altos precios.
Son esfuerzos válidos que debemos apoyar y pedir a la ciudadanía que haga lo suyo asumiendo con responsabilidad la actual coyuntura, sin esperar que el Gobierno lo haga todo.
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