La cuestión migratoria se nos ha complicado. Particularmente, con lo que tiene que ver con la migración ilegal haitiana; con implicaciones múltiples y negativas para una sociedad ordenada.
Es una comunidad en su mayoría indocumentada.
Es decir, no posee papeles de identidad, lo que de entrada implica una primera dificultad, que igual tiene que ver con su legalidad, la seguridad y la inserción plena en una sociedad en la que se desenvuelve.
Se trata de personas que se establecen en el territorio nacional sin legalidad, pero que crean familias y bienes haciendo cada vez más complicada su solución.
La corrupción se inicia en la frontera y ahora se esparce por todo el camino y está posada en las ciudades.