La seguridad depende, sobre todo, de tener un plan. Uno que asuma la prevención como el fundamento de la seguridad, que evite que las cosas ocurran.
No somos proclives a tener planes para nada.
Sin embargo, en materia de seguridad es imposible un país seguro sin que eso exista.
Por lo regular los gobiernos toman medidas de seguridad y asumen que ese es el plan.
Muchas de esas iniciativas es salir a enfrentar a los delincuentes a tiros cuando la situación hace agua, tal como ha estado sucediendo.
Hemos matado a muchos jóvenes atacando la delincuencia, pero cada vez aparecen más prestos a dedicarse a ese denigrante oficio.
Eso quiere decir, que eso no es suficiente y que es necesario estructurar un plan.