Estamos teniendo crímenes espantosos en la República Dominicana. Hechos que espantan y nos desgarran el alma social.
Hay señales más que evidentes de que tenemos desequilibrios mentales en amplios segmentos de la sociedad, que lucen estar relacionados con estos acontecimientos.
No hemos estado prestando atención a ese problema de la salud mental. Hacemos tan poco que nuestra seguridad social no la toma ni siquiera en cuenta.
Protegemos a los que se enriquecen con los recursos destinados a la salud y no a los que están enfermos.
Es otra crisis en abundancia. Es decir, disponemos de los fondos para afrontar el problema, pero no tenemos la sensibilidad de asumir una solución responsable a la cuestión.
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