No es posible que sigamos mostrando tantas basuras lanzadas en todos los espacios por doquier, en todo el territorio nacional.
Es algo ofensivo a la dignidad humana y un contrasentido a nuestra economía. Y nadie parece tomarse en serio el asunto.
Las lluvias como para recordarlo nos las muestras flotando en las calles, las cañadas, los ríos y las costas marinas.
Escenas vergonzosas, lamentables y lastimosas.
Lo hemos dicho y lo volvemos a repetir. Este asunto adquiere carácter de política pública urgente. Más allá de las alcaldías.
Es una cuestión de salud física y visual. Es un asunto de conducta social y de comportamiento. De orden, de seguridad y responsabilidad.
Algo debemos hacer con la higiene.