El Gobierno, a través del Ministerio de Educación, anunció recientemente que abrirá el año escolar 2020-21.
La decisión se produce bajo un enarbolado falso dilema de “educación o muerte”.
Existen diversas modalidades para salvar el año escolar, desde la presencial pura hasta la electrónica pura, para llamarla de alguna manera, con variados enfoques dentro de estos dos extremos.
Unos países han iniciado la docencia por el método electrónico puro, por ejemplo México, que está impartiendo docencia por televisión, cable, radio y digital.
Otros países han adoptado modalidades semi presenciales. Todas tienen puntos a favor y en contra.
Sin embargo, el sistema preferido es el presencial, pero su ejecución va a depender de las circunstancias de cada país y de la existencia de una vacuna contra el virus.
Por tanto, el dilema es falso: el año escolar se puede salvar sin que muera nadie.
El éxito de la nueva modalidad anunciada dependerá básicamente de la creatividad docente y la concentración aplicada por los estudiantes.
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