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viernes 7 junio, 2019

Agencia de Energía: China absorberá un 40 % del incremento del consumo de gas hasta 2024

Chimeneas en una refinería de gas y petróleo (Archivo-EFE).
China y Estados Unidos supusieron el 70 % de ese tirón, que se debió al buen comportamiento de la economía, pero también a la sustitución de muchas centrales de carbón por otras de gas y a unas condiciones climatológicas que alimentaron las necesidades energéticas.

París, Francia.- Estados Unidos fue en 2018 y será de aquí a 2024 el gran protagonista en la producción mundial de gas, mientras China fue y será el gran protagonista en el consumo, hasta el punto de que absorberá el 40 % del incremento previsto en ese periodo, según la AIE.

En su informe anual sobre el gas publicado este viernes, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) explica que el pasado fue "otro año de oro" en este mercado, con un incremento del 4,6 % (el doble de la subida de la demanda energética global), algo que no había ocurrido desde 2010.

China y Estados Unidos supusieron el 70 % de ese tirón, que se debió al buen comportamiento de la economía, pero también a la sustitución de muchas centrales de carbón por otras de gas y a unas condiciones climatológicas que alimentaron las necesidades energéticas.

Esa situación excepcional no debería repetirse, sino que se volverá a una evolución similar a la que se daba hasta 2017, con una progresión anual del 1,6 % hasta 2024, según esta agencia, que reúne a la mayor parte de los países de la OCDE.

La política china para luchar contra la contaminación -con el cierre de instalaciones de carbón- hará de ese país el principal vector de la expansión del gas, con una subida media anual del 8 % en ese periodo, que podría parecer contenida si se compara con el 14,5 % en 2017 o con el 18,1 % en 2018.

Si se le suman el resto de los países de Asia-Pacífico (en particular Bangladesh, India y Pakistán), representarán el 57 % del aumento del consumo en esos seis años. El conjunto de esa región pesará en el horizonte de 2024 casi una cuarta parte del total mundial, prácticamente lo mismo que Norteamérica.

Estados Unidos es la otra gran estrella del paisaje gasístico con una producción que dio un salto del 11,5 % en 2018 (el mayor ritmo de alza desde 1951) y que seguirá en esa línea.

Aportará casi el 40 % del gas suplementario que se ponga en el mercado en el periodo de la previsión, hasta superar el listón de un billón de metros cúbicos en 2024, casi la cuarta parte del total mundial. A eso contribuirán de manera importante sus yacimientos de esquistos.

Esa producción no se dirige ya únicamente al mercado interior, sino que Estados Unidos se está convirtiendo en el líder mundial de las exportaciones de gas, tanto por gasoducto hacia México, como por barco en forma de gas natural licuado (GNL).

Las exportaciones estadounidenses de GNL, con 113.000 millones de metros cúbicos en 2024, superarán entonces las de Catar y Australia. En paralelo, China habrá pasado a ser el principal importador, con 109.000 millones de metros cúbicos, por delante de Japón.

Europa es la otra cara de la moneda, con una demanda que permanecerá estancada (538.000 millones de metros cúbicos en 2024 frente a los 536.000 de 2018), debido a que tiene una economía "madura" ya muy industrializada y a la creciente importancia de las renovables en la generación eléctrica.

Simultáneamente, el Viejo Continente será la única región del mundo que verá cómo sus yacimientos en explotación se agotan (se pasará de extraer 250.000 millones de metros cúbicos el pasado año a 202.000 en 2024), de modo que su dependencia de las importaciones aumentará.

La producción en Oriente Medio continuará ascendiendo a un ritmo estable, pero el grueso de esos nuevos volúmenes irán destinados a las necesidades interiores de países de la región, sobre todo Irán y Arabia Saudí.

Los autores del estudio constatan que los precios del gas tienden a converger en las principales áreas de consumo gracias al buen aprovisionamiento de los mercados, con una ligera excepción en el caso de Asia, que sufre picos de volatilidad en razón de una gran estacionalidad del consumo.

La expansión del GNL debe contribuir a esa tendencia de reducción de las divergencias de precios al favorecer una mayor flexibilidad gracias a los envíos por barco.

 

Por La Redacción
Fuente: EFE