Madrid.- "Masacre en Segovia" fue una de las últimas búsquedas que hizo en internet el yihadista del GAL Daniel Fernández Aceña, lo que hizo saltar las alarmas de los investigadores, conocedores ya entonces de las intenciones que había expresado de inmolarse en un autobús en esa localidad turística.
Meses antes, una testigo le había denunciado por amenazarla de muerte tras comunicarle sus planes terroristas. Lo hizo entregándole una caja a modo de regalo con dos cartuchos y al abrirla le dijo que uno sería para ella si alertaba de sus planes.
Esta circunstancia, unida a que una de sus últimas búsquedas en internet fue "masacre en Segovia", puso en alerta a los investigadores de la Guardia Civil sobre la peligrosidad del mercenario y la inminencia de sus planes, han informado a Efe fuentes de la investigación.
Junto a Fernández Aceña fue también arrestado Tomás C., con el que compartió un tiempo vivienda y al que le han sido intervenidos cartuchos similares, del calibre 22, según las fuentes consultadas.
De ahí que se siga indagando en la posible colaboración de éste en los planes terroristas del mercenario, si bien por el momento solo se le ha decretado la prisión por tráfico de drogas, al serle intervenido casi cuatro kilos de MDMA.
La persona que recibió la caja con los dos cartuchos no fue la única con la que se relacionaba que pudo escuchar sus planes de cometer una acción terrorista.
En agosto, empleadas de la asociación que éste frecuentaba en Segovia, fueron también testigos de esas "claras intenciones" de inmolarse en un autobús en una zona turística de Segovia, según consta en el auto de prisión dictado el jueves por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.
Tanto la juez como la Guardia Civil creen que Fernández Aceña podría estar planeando un atentado a corto plazo, teniendo en cuenta esas amenazas expresas, sus últimas búsquedas en internet y que en los últimos meses había incrementado las medidas de seguridad en sus comunicaciones.
Estas sospechas estarían reforzadas por todo el material visual intervenido en su vivienda en Segovia y que acreditaría su adhesión al ideario terrorista yihadista -imágenes y vídeos de ejecuciones y atentados-, a lo que se suman también abundantes manuales relacionados con la justificación del martirio, el paraíso tras la muerte o el camino hacia la vida eterna.
Los investigadores tratan ahora de determinar si el exmiembro del GAL ha mantenido contacto con personas vinculadas a grupos terroristas en países en conflicto como Palestina, Afganistán, Irak o Siria, a algunos de los cuales llegó incluso a viajar.
Por el momento hay constancia de conversaciones telefónicas en las que alude a que tiene amigos y "excompañeros" en Siria, además de que ha manifestado en numerosas ocasiones su intención de inmolarse, "sin dejar claro si este hecho lo efectuara en suelo español o por el contrario fuera de su país", precisa la juez.
Con esta operación, llevada a cabo por la Jefatura de Información y el Grupo de Información de la Comandancia de Segovia, la Guardia Civil tiene por tanto el convencimiento de haber evitado un atentado inminente a manos de un peligroso actor solitario, que ya había expresado además su voluntad de "no morir en la cama".
Por La Redacción
Fuente: EFE