Redacción.- Por primera vez en la campaña 2022, Gary Sánchez jugará en contra del equipo que en el año 2015 le dio la oportunidad de convertirse en un jugador de Grandes Ligas, New York Yankees.
El receptor dominicano fue parte del cambio que envió a Josh Donaldson a Nueva York y luego de una tumultuosa relación de siete temporadas, el fin de la carrera de Sánchez junto a los Yankees llegó. Mucho se ha dicho sobre su tiempo en el equipo.
Las críticas por los temas defensivos, la ofensiva intermitente, los dimes y diretes entre el jugador y el gerente de la escuadra neoyorquina, Brian Cashman, pero, dadas las circunstancias, todo apunta al hecho de que las partes no podían continuar jugando juntas.
Sin embargo, si alguien cree que el jugador tiene alguna clase de venganza pensada en contra de su antiguo equipo, ese no parece ser el caso.
Sánchez tuvo una intervención con la prensa durante los entrenamientos previos al juego y la mayor atención estuvo sobre el gran cambio que representó para él iniciar de nuevo en una nueva franquicia. El receptor habló del principal reto que enfrentó al unirse a Minnesota Twins, como se puede ver en un video compartido por Marly Rivera de ESPN.
“(Lo más difícil fue) dejar los amigos que uno tenía en el otro equipo, pero después que llegué aquí a Minnesota, (vi que) había muchos muchachos que conocía, que ya tenía relación con ellos (…) y nada, me recibieron muy bien en Minnesota. Desde el primer día me sentí que estaba como en mi casa, como que tenía mucho tiempo ahí”, respondió el dominicano a través de su intérprete.
En lo que va de temporada, Sánchez ha sido básicamente el mismo jugador que fue en sus últimos años con los Yankees. Su promedio de bateo (en 43 partidos) es de .229 con un OPS de .735, siete cuadrangulares y 27 remolcadas. Sin embargo, sus impulsadas representan la mayor cantidad para un receptor (mínimo 15 partidos en la posición) en este año.
Un dato al margen que será interesante tener en cuenta es que desde 2017 a la fecha, Sánchez es el bateador que más vueltas ha impulsado en situaciones de mayor presión (jugadas particulares que están llamadas a definir el rumbo del partido), con 114, dos más que Giancarlo Stanton, tres más que Aaron Judge y trece más que Gleyber Torres, tres de los excompañeros de equipo a quienes enfrentará hoy.
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