Higüey, La Altagracia.- El obispo de la Diócesis de La Altagracia, monseñor Jesús Castro Marte, consideró este sábado que los hechos violentos que se han registrado en planteles escolares de diferentes demarcaciones y que han sido viralizados, a través de las redes sociales, no representan la totalidad de los mismos.
El líder religioso sostuvo que los actos violentos en los planteles son numerosos y graves como para generar preocupación en la ciudadanía, por lo que se deben encender las alarmas de las autoridades y de todos los sectores vinculados al sistema educativo dominicano.
“Si bien es cierto que las estadísticas son gran utilidad tanto a la hora de estudiar un fenómeno como de tomar decisiones de forma planificada... ellas no son la respuesta ante el luto y dolor de una familia cuando uno de sus miembros ha fallecido o sufrido violencia física o sexual en un espacio que debería ser seguro”, indicó el prelado católico.
Detalló que estamos en un momento crítico para la educación dominicana dados los bajos niveles de calidad educativa y la corrupción endémica que convirtió la conquista social de del 4 % para la educación en un mal repudiable.
Indicó que no se puede permitir que a las constantes diferencias entre las autoridades de educación y el gremio de profesores, las cuales perjudican el proceso de aprendizaje de los estudiantes, se sume el problema de la violencia y la inseguridad en los planteles y entornos escolares.
Subrayó que son varios los desafíos que enfrenta la educación dominicana y la falta de seguridad es uno de ellos, y citó como ejemplo Higüey, donde a su juicio solo existen seis policías escolares fijos y cinco adicionales, lo cual evidencia que la dotación de seguridad en los planteles escolares necesita urgentemente ser reforzada.
Acotó que sociedad dominicana tendrá que volver a asumir la lucha por la educación que el país necesita, ya que, en su estado actual, esta es fuente de desigualdades y de exclusión social, así como un espacio fértil para la corrupción.
Castro Marte dijo que lamentablemente la clase política está evidenciando que el interés partidario prima sobre el bien colectivo, más ahora que se aproxima la lucha encarnizada de la campaña electoral, asegurando todos los temas son politizados con el único objetivo de capitalizarlos políticamente, sin mayor interés por y compromiso con la realidad.
“Desde la Diócesis de la Altagracia elevo mi voz, llamando a que nos unamos como sociedad dominicana y enfrentemos en todos los escenarios la problemática de nuestro sistema educativo”.
“Si la alternativa es la indiferencia, nos mantendremos en la parálisis permanente y, mientras tanto, la crisis de la educación seguirá alcanzando nuevos niveles de profundidad”, acotó.