Creemos que esta puede resultar una coyuntura perfecta para identificar nuevas oportunidades en múltiples direcciones.
Bien en agregar valor a muchas de las cosas que tenemos y a las que hacemos.
Así resultan los momentos difíciles, si sabemos aprovecharlos.
Resultan magníficas para emprender nuevas iniciativas.
Pueden ser semilleros de emprendedores, a quienes debemos apoyar.
Deberíamos sacar lecciones de estos dos últimos años en que hemos bregado con la pandemia del COVID-19 y nuestra capacidad de venir reponiéndonos de la situación.
Es ahí donde podemos encontrar la sabiduría para extraer las enseñanzas.
Intentemos hacer ese inventario de posibilidades para agregar acciones hacedoras y riquezas a nuestra economía.
Vale la pena al menos proponérnoslo.