Redacción.- Un estudio de las Universidades de Oxford y Northumbria sostiene que la longitud de los dedos determina si una persona es infiel. Para descubrirlo tienes que mirar el dedo índice y el anular, la longitud de estos dos dedos podría indicar, según informa Science Daily, una tendencia a ser fieles o promiscuos.
Para comprobarlo, los investigadores preguntaron a una muestra de 1,314 personas (en Estados Unidos y Reino Unido) sobre el sexo casual y su opinión ante una infidelidad; luego hicieron algo extraño: fotocopiaron sus manos.
Después dividieron a hombres y mujeres en dos grupos: aquellos con una baja o restringida socio-sexualidad y otros con alta o sin restricciones.
Aquellos con una baja socio-sexualidad buscaban generar lazos con las parejas y preferían involucrarse profundamente antes del comienzo de iniciar un vinculo sexual. Mientras que aquellos sin restricciones tendieron a necesitar poco involucramiento emocional y se embarcaban en relaciones a corto plazo con muchas parejas.
Dicho de otro modo, según este estudio denominado Stay or Stray?, aquellas personas cuyo dedo anular de la mano derecha es de mayor tamaño que el índice, serán más propensas a la búsqueda de relaciones a corto plazo o aventuras amorosas.
En cambio, las personas que tienen un tamaño equitativo entre ambos dedos se caracterizarán por buscar mayores compromisos como relaciones serias o a largo plazo.
¿La razón? Que aquellas personas con el dedo anular más largo que el índice tendían a ser más promiscuos, ya que estuvieron más expuestos a la testosterona mientras estuvieron en el vientre materno.
Y esto, el hecho de haber estado expuestos a más testosterona durante el crecimiento uterino, ocasiona una búsqueda más intensa de actividad sexual en una edad madura.
Esta tendencia ya había sido estudiada en los hombres, pero esta sería la primera vez que se detecta en las mujeres.
Ahora ya puedes observar la mano derecha de tu pareja, ¡con discreción! Recuerda que la base de una relación es la confianza, seguridad y comunicación entre ambas partes.
Por La Redacción
Fuente: Monica De Haro
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