La RD no ha tenido respiro en el tema migratorio, aunque la verdad es que tampoco hemos hecho mucho para ello.
Nuestros gobiernos han tratado con Veleidad esa situación, más bien, han andado por las ramas con acciones cortoplacistas y desinteresadas.
Fruto de esas indecisiones, hoy el país debe prepararse porque comenzará a vivir a fuego cruzado su indiferencia en materia migratoria.
Ahora las exigencias provienen de los venezolanos radicales en el país, quienes no solo reconocen su estatus de irregularidad, sino le están proponiendo al presente gobierno un plan que detalla las formas en que podrían ser regulados en nuestro territorio.
Contrario a la migración haitiana la diáspora venezolana hablan de crear un régimen especial para acogerlos legalmente: vía residencia temporal, visa humanitaria o ventanilla única.
Dicen que las indecisiones se pagan muy caras cuando se es débil ante ellas y tal parece que ya comenzamos a transitar ese camino por saltarnos constantemente la aplicación de la Ley 285-04 sobre migración.
Ahora la presente administración debe comenzar a honrar la cuenta.
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